sábado, 11 de septiembre de 2010

¡Qué recuerdos! (Parte V). La edad del aluminio y de los caminos

Ahora que toca descansar y recuperarme de las heridas de guerra, las cuales ya molestan menos pero todavía están ahí, retomo esta serie de entradas que desde el año pasado tengo olvidadas. La cosa se quedó en la Conor MTB3 y de mis subidas a Porta Coeli, cuando ya llevaba un tiempo saliendo y tras hablar con Luis Miguel de salir juntos me hice a la idea de que era hora de cambiar de montura, tras buscar y buscar, y buscar, y buscar, al final me decidí por una Conor AFX8500, una de las mejores en relación calidad-precio para empezar, horquilla RST, cambio Shimano Acera, cuadro de aluminio,... una bici mas actual y con suspensión... ¡guaaaauuuuu!.

En la primera salida ya me di cuenta de algo que con el tiempo confirmaría tras leer y leer (sin buscarlo) y es que posiblemente el aluminio no sea el mejor material para hacer cuadros de bicis, la bici era mas incómoda que la anterior con cuadro de acero, ya no por la talla que me iba algo justa, si no por los latigazos que me trasmitía cuando cogía alguna piedra, no le di importancia y me habitué sin problemas. Con el tiempo he leído mucho sobre materiales y hay alguna teoría que dice que los fabricantes cambiaron del acero al aluminio por marketing y economía, siendo que posiblemente el acero tenga mejores cualidades para la práctica del mtb que el aluminio. No sé, lo que está claro es que el aluminio es muy rígido y no absorbe las vibraciones como el acero (ahora esto estaría solucionado con el uso de cuadros de carbono).

Después de varias salidas por carretera a Porta Coeli y alguna a Olocau, siempre por carretera, un día quedé con Luis Miguel para hacer una ruta, en principio no fue nada nuevo, subimos por carretera a Porta Coeli, pero al llegar me indicó la posibilidad de subir a La Cartuja, y así lo hicimos, en la primera rampa ya iba maldiciendo 'quien me mandará a mi comprarme una bicicleta', ¡qué manera de sufrir!, me faltaba aire, hacía calor, tenía la garaganta seca... pero al final llegamos a La Cartuja, me quedé alucinado con el sitio y con el entorno, pero sobretodo con el camino de vuelta, que en gran parte fue por caminos llanos y de bajada, visto desde la perspectiva que te da el tiempo no fue gran cosa, pero esos kilómetros se quedaron grabados a fuego en mi recuerdo. Después de esta experiencia comencé a salir con mas ganas, mis itinerarios no cambiaron, siempre por carretera a veces solo, a veces con Javi o JoseK, a veces con los dos, alguna vez me envalentonaba y subía a Náquera.

Otro día importante fue uno el el que habíamos quedado Javi, JoseK y yo para hacer 'algo mas', Javi vino pero se había pegado toda la noche de fiesta sin dormir, salimos hacia Náquera y al llegar este estaba muerto, volvimos y no metimos a almorzar al bar, ya solo en el trastero cuando estaba guardando la bici me crucé con Luis Miguel que salía a dar una vuelta y me apunté, esta vez fuimos dirección a Olocau por el carril bici y a la altura de La Torre, nos metimos por pista entre los naranjos dirección a Porta Coeli, volviendo por el mismo sitio que volvimos la otra vez, esta ruta me sirvió de base para mis salidas, la repetí un montón de veces dejando, cada vez mas, de lado las rutas por asfalto.

Ese día al despedirnos ya quedamos para la siguiente, Luis Miguel tenía algún día libre y como yo trabajaba solamente por la tarde, quedamos una mañana de la semana siguiente, en la que subimos dirección a Náquera por canteras intercalando algún tramo de camino y cogiendo al final el desvío hacia Potrillos, nos tuvimos que volver por donde habíamos vendido porque yo tenía que currar y se hacía muy tarde. Esta ruta la terminé otro día con Javier, la vuelta la hicimos por Porta Coeli por un camino 'empinadísmo' de bajada.

Estas tres rutas (o cuatro) que he descrito junto con unos mapas que me descargué de intenet, fueron la base de mis investigaciones por La Calderona, y gracias a las cuales comencé a descubrir kilómetros y kilómetros de pistas y caminos por la sierra, salía todo lo que podía, cruce que veía camino nuevo que investigaba, unas veces solo, otras en compañía, todo esto lo completaba con lo que me enseñaba Luis Miguel cuando quedábamos, el conocía mucho, ya que hacía senderismo con su mujer e investigaba en bici igual que yo. De vez en cuando se apuntaba su hermano. Con JoseK y Javi también salía de vez en cuando, aunque solamente por asfalto ya que la bici de Javi era de carretera, con ellos continuaron las salidas hasta que llegaron unas navidades en las que se pegaron varios meses parados y luego ya no me cogieron la rueda.

Al final llegué a hacer rutas de mas de cuarenta kilómetros y de alrededor a unos mil metros de desnivel acumulado. Me llevé la bici al pueblo y allí reviví rutas que hice de pequeño. Un día JoseK y yo nos pegamos una buena por La Ceja dirección a La Cuevaruz con nieve y todo (el ya llevaba la Felt). Hay que tener en cuenta que cuando compré la bici yo superaba los cien kilos, de los cuales me quité unos cinco o seis, pues eso que con noventa y cinco kilos me pegaba buenas palizas, y la bici también se llevaba buenas tundas, entre otras cosas el eje de la rueda trasera lo doblé en tres ocasiones, la última y después de un año decidí cambiarla, pero eso ya es otra historia...

5 comentarios:

  1. Y que son 95 kg, yo estaré en unos 90-93 y cuando quieras te doy cerita, jejejejj.

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  2. Podrías pasarme tu direccion de email para comentar contigo unas cosillas? Gracias.
    http://elfactorcampo.blogspot.com
    c.martinez.n@hotmail.com

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  3. Toni el día que tu me des cerita cuelgo la bicicleta.

    MontiBiker tienes un email.

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  4. Espero que no os paseis todo el fin de semana así! (que ganas tengo de que llegue)

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