Gracias a una serie de circunstancias que no vienen a cuento, hoy, antes del entrenamiento, he podido cambiar el cierre de la tija (tarea pendiente desde la Marcha de Higueruelas), no se, pero esos gramillos que le he quitado parece que me han hecho correr mas, la bici parecía como... ¿mas ligera? jajaja, esto es una enfermedad yo creo.
Bueno al lío, cuando salía por el patio me cruzaba con Bea que venía de hacer unos recados 'luego nos vemos', en ese mismo momento pasaba por la puerta del patio un ciclista en mtb y le digo 'mira, ese es el primero que me llevo por delante' (toma, toma, toma... ya soy casi tan chulo como uno que yo me se), y así ha sido, saliendo de Bétera dirección a Olocau le daba alcance y le rebasaba, después adelantaba a otro ciclista, este en flaca, y a otro en mtb, voy incrementando el ritmo hasta alcanzar las pulsaciones que tocaban hoy, paso la zona de chalets, la recta y en la rotonda oigo una bici, pienso 'este es el de carretera que se ha picado', que va, que va, que va... era el compi al que había adelantado en primer lugar, el que pasaba por mi patio cuando yo salía, ojo y no buscaba rueda e iba con todo el aire de cara, pienso 'osti que máquina, esto me pasa por bocazas', me vuelve a saludar, no le faltaba ni la respiración (ojo que yo iba a 149 ppm medias), entablamos conversación, contándonos nuestras 'proezas' (el tenía mucho mas que contar, ¡pedazo de deportista! si señor), haciendo mucho mas amena la ruta, le explico lo que tenía pensado hacer, apuntándose sin ningún problema, así hemos rodado hasta Llíria donde (como dictaba el entrenamiento de hoy) he subido el ritmo un punto y se acabó el palique, en un momento dado el me ha sacado ventaja debido a que he dado una vuelta extra, 'ya no le pillo' pienso, pero justo en ese momento me ha dado alcance un pelotón y me he subido al tren (a pesar de ir con la mtb), habrán sido unos cinco minutos, pero muy intensos, he mantenido bien el tipo, era una grupeta muy maja, he rodado con ellos hasta que hemos dado alcance al compi, de ahí a casa, ya solos hemos rodado mas despacio para soltar, hemos intercambiado los teléfonos sobre la marcha para quedar un día y subir al monte.
En este periodo de entrenamiento (que por cierto ya estoy terminando), es muy difícil encontrar alguien parejo a ti, y lo normal es entrenar solo, hoy ha sido un placer rodar con Pedro ya que íbamos cómodos rodando juntos haciendo mas llevadera la ruta.