viernes, 29 de abril de 2016

Tenerife

Tenerife, ¡menuda isla para pedalear!, aunque hay que conocerse bien las carreteras, me metí en alguna realmente peligrosa, por suerte no tuve ningún susto pero en algún tramo lo pasé mal. De la ruta ya hace cuatro semanas, pero desde que volví he ido de cráneo y no he podido sentarme a escribir hasta ahora...



Salí poco antes de las 8:00, de corto, con chaleco y manguitos, comida suficiente para un gran fondo (galletas con mermelada, higos y ciruelas pasas) y los dos bidones llenos, uno con isotónica y otro con agua. El día de antes había estado lloviendo, el asfalto estaba mojado y la luz era escasa todavía. No conocer a lo que me enfrentaba me producía cierto nerviosismo, en la Orotava sin quererlo me metí por el centro histórico, rodé por el siempre incómodo empedrado, me dije 'mira el Tour de Flandes', preguntando llegué la TF21 y una vez dejé atrás La Orotava los nervios desaparecieron.


Comencé muy conservador, plato pequeño hasta Chasna, en un pequeño llano metí grande y lo dejé hasta el final (llevaba compact con un 11-30), a pesar de la nieblina que me acompañó por todo el Valle de la Orotava, pude disfrutar de las vistas y del entorno, a los 1000 metros aproximadamente entraba en la corona forestal, se acabaron la vistas, la nieblina dió paso a las nubes, no se veía cuanto a penas, me tuve que quitar las gafas (graduadas) pues chorreaban por la condensación, entre los majestuosos pinos, sin ver mas allá del tétrico entorno de duendes y brujas que me rodeaba seguí ascendiendo, pasando uno a uno los miradores desde los cuales no se veía absolutamente nada, cuando alcancé los 1600m empecé a salir de las nubes, a partir de los 1700m lucía un sol espléndido, aunque poca, la nieve se acumulaba en las zonas sombrías, la vegetación comenzaba a menguar y ahora volvían las vistas... a mis pies se extendía un mar de nubes. Luego las cañadas y por su impresionante paisaje lunar hasta el teleférico (2356 m).


Breve descanso y para abajo, rodando hacia el cruce que llevaba a Chio o a Vilaflor iba cavilando la idea inicial de bajar y volver a subir por el sur, tomo dirección Chio, por un asfalto malísimo que fue mejorando por momentos pero que no llegó a ser bueno, la temperatura no era baja pero el viento si que era frío, me quede helado, lo que me hizo pensar es que si la bajada era así por esta cara como debía ser por el norte, así que en Chío en vez de virar hacia Los Cristianos, continué bajando hacia Tamaimo donde paré a repostar agua y al escaso sol comencé a recuperar la temperatura corporal.​

Por Santiago del Teide subí al mirador de Masca, bajé a Masca, subí al mirador de la Cruz de Hilda, bajé y volví a subir hasta el mirador de los Altos de Baracán, increíble entorno y sobre la bici mas increíble todavía, esto lo había hecho un par de días antes en coche con la familia, pero en bici es otra cosa, las vistas, la cascada, las curvas, los precipicios... Cuando comencé el descenso hacia Buenavista del Norte llevaba poco mas de 100 Km con 3200m de acumulado, ya valía ya y pensé 'ahora por la costa, a pajarear de Buenavista a Puerto de la Cruz'.


Y que error mas grande, todavía quedaban 400m de acumulado mas, la carretera de la costa lejos de lo que yo me pensaba era un terreno rompepiernas total, además que la carretera poco a poco se va poniendo peligrosa, los túneles, los arcenes sucios, la alta velocidad de los coches, cojo un desvío hacia San Vicente y carreteras mas tranquilas me llevaron de regreso a Puerto de la Cruz.

Total 155 Km con 3600 m de acumulado en 6:30, buena paliza que supo a gloria. Me quedé con ganas de subir Erjos, el Pico del Inglés, de bajar a Taganana... Espectaculares rutas que hicimos en coche pero que en bici deben ser increíbles.

Ahora toca preparar La Pyreneenne 2016.