jueves, 4 de agosto de 2011

Siempre hay algún problema

Ayer por la tarde, cuando volvía de comprar en el super, vi a un amigo que venía de entrenar en el Oronet (bendito puerto, siempre a mano), me dijo que sabía por el blog que yo estaba bien, cuando yo le conté mis tres semanas de parón, mi cambio de turno y mi ganancia de peso me contestó con una frase que me gustó mucho y por eso la he puesto como título de esta entrada. Solo le faltó, no sin razón, llamarme llorica, y es que siempre hay algo de que quejarse, si todo me saliera al 100% tal vez estubiera ganando carreras, o tal vez en la tumba por tanto entrenar, y es que este año, que las circunstancias no me han dejado hacer tanto volumen como el año pasado, me ha ido mucho mejor, si al final va a ser verdad eso de que uno de los mejores entrenamientos es un buen descanso, pero claro tampoco hay que pasarse... jajaja, como decían Los Porretas que acaban de perder a Rober (RIP) 'joder que cruz'.

Por otro lado ayer yo también salí a entrenar y las sensaciones fueron mucho mejores que las del martes, tenía que tener cuidado ya que si no estaba pendiente me subía de pulsaciones, el calor no me afectó demasiado, no tuve calambres y llegué muy entero a casa (lo normal en este tipo de entrenamientos). Ducha, fruta con un poco de miel y a la feria con la familia. Mi intención era acudir después a la junta que teníamos para concretar temas sobre la Marcha de Alpuente, pero la hora a la que me suena el despertador me hizo cambiar de parecer.

Las buenas sensaciones, el descanso y que he bajado un poco de peso me van a ayudar a afrontar la semana que viene que va a ser de aupa (porque de la siguiente ni hablamos).

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