lunes, 17 de octubre de 2011

Chelva

Sin apenas calentar, con treinta y cinco minutos de antelación, nos dirigíamos hacia la salida, en la plaza tras pegar un vistazo vi que faltaba gente ‘que raro’, con el rabillo del ojo vi que en un callejón habían muchos ciclistas, ni me lo pensé, les pegué un grito a Pedro y a Carlos ‘por aquí!!!' y rápidamente fuimos para allí. Había ya bastante gente, por encima de la acera conseguimos acercarnos a la valla, pero aun quedaba un buen trozo y además nos habíamos quedado encima de la acera, ‘bueno, podía haber sido peor’.

Justo antes de salir veo un pequeño hueco, bajo la bici de la acera, salgo decidido a no perder ni un puesto, es mas consigo ganar alguno apurando todos los huecos que veo en mi camino, llegamos al badén en el que se termina la neutralización, suena la bocina, me pongo a dar pedales como si la vida me fuera en ello, comienzo a adelantar, no tardo en situarme bien, por delante veo la cabeza de carrera (en busca del jamón que había de premio al primero en coronar), me encuentro bien y sigo adelantando, veo el grupo al que me quiero unir y le doy alcance, recupero, sigo encontrándome bien y tras recuperar, llego a ponerme por delante pero no me puedo despegar, coronamos el primer puerto, iniciamos la bajada por pista y camino, casi me paso el desvío hacia la senda y les pego un grito a los de delante que si que se lo habían pasado.

Comenzamos por senda fácil, vamos ágiles, me trago un escalón, la horquilla hace bien su trabajo y como la recepción es buena no pasa nada, la cosa comienza a complicarse con giros de 180º, los voy superando sin problemas pero me voy atrancando, noto que se me ponen a rueda, llevamos delante a otro que va al mismo ritmo que yo, acaban pidiendo paso, les doy paso y les cojo la rueda, el de delante nos deja pasar, aguanto un rato y leo un cartel ‘CURVAS PELIGROSAS’, ‘¿¡cómo!?’, las curvas son parecidas pero el terreno se va poniendo cada vez mas vertical, me descuelgo, a mi ritmo voy bajando, en alguna curva me toca sacar el pie, oigo ruedas ‘me están alcanzando’, cada vez con mas dificultad voy haciendo los giros, hay otro cartel ‘CURVA PELIGROSA’, cuando la veo me bajo de la bici, me aparto, me adelantan, el primero se cae, le pregunto, me dice que está bien, el segundo pasa, bajamos andando (el que se ha caído y yo), montamos y salimos de la trialera, 'mal Juan, has perdido mucho tiempo'.

Llega el segundo puerto, comenzamos una subida, está señalizada (me parece leer ‘la cortinilla’ o algo así), pienso ‘cuando nos dicen el nombre… malo’, tras pasar un tramo duro, comienza una larga y sostenida ascensión, oigo gritos de Alex animándome a cogerles, va en un grupo mas avanzado, pasamos unos túneles, adelanto a alguno pero no alcanzo al grupo, me falta la chispa que tuve antes de verano, llego a un corto tramo de bajada, dejo la pista para entrar en camino poco pisado, con buenas rampas tanto de subida como de bajada, comienza la senda, me cantan que voy el 30, '¿cómo?', bajo muy cómodo (demasiado) y muy seguro (demasiado), me falta una referencia, salgo a pista, comienza una rapidísima bajada, con unas curvas de cemento de 180º, pienso ‘por aquí deben gustar estos giros porque tienen muchos’, me adelantan pero no se me van, bajamos muy rápido para acabar parando la bici en cada curva (y eso que son de cemento rascado).

Salimos a una subida asfaltada con unas rampas de infarto, voy a rueda, nos van dando alcance, coronamos veo un pueblo, ‘ya casi estamos’, pero algo no me cuadra ese pueblo está abajo y nosotros acabamos subiendo ‘malo’, el pueblo no era Chelva sino Calles, ‘aun queda’, nos desvían por un camino donde nos esperan otras rampas de ‘aupa’, estas no están asfaltadas, todo lo contrario tiene unas piedras como puños, me patina la rueda, hago pie y ni lo intento, termino andando, vamos hacia Chelva por camino, nos metemos por una divertida senda con toboganes, me cogen la rueda, vamos ágiles, comienza la subida al pueblo, en un tramo muy empinado nos pegan un empujón, ‘gracias’, me voy dejando al de detrás, entramos en el pueblo, ‘menudas rampas’, salimos a una calle con escaleras en el medio, me pongo a la derecha, me dicen que me cambie, cruzo a través de los pequeños escalones apretando los dientes porque me viene justo, me planteo lanzar un ataque pero no vale la pena, veo a Roberto le doy la mano, continúo, salimos a la plaza, fin.

Al coger el diploma me disgusté, el 22 de la general y 14 de M30, quería entrar entre los 10 primeros de la categoría. Ahora lo pienso y tengo que estar contento, no se puede estar siempre al 100% y yo ya tuve mi momento, me planteé dar por finalizada la temporada, pero no, no me puedo perder el fin de fiesta, iré a Sote, a darlo todo, como siempre.

Definitivamente esto ya no es noticia: Kike se volvió a subir al pódium, enhorabuena máquina!.

Las circunstancias impidieron tener a mi club de fans animándome en la meta, cuando llegué a casa me esperaban ansiosos… para darme un fuerte abrazo.

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