En el coche suenan los Rancid, un poco de punk macarra para ponerme las pilas, aunque yo solo oigo el bajo, mi cabeza está en otro sitio, va preparando la carrera, me visualizo a tope, dándolo todo en subidas, en bajadas, al sprint... alrededor todo coches con bicis. Llego, recojo el dorsal, monto la bici, caliento, voy para la salida y me pongo en segunda fila.
Dan la salida y corre, corre..., aguanto el tirón como puedo, me coloco a cinco metros del pelotón de cabeza, lo que me hace sufrir mucho, me faltan fuerzas para darles alcance, pero me sobra motivación como para dar mi brazo a torcer tan pronto, aguanto y crece la motivación, no me lo creo, estoy a un paso de la cabeza, el pelotón se deshace y consigo meterme en un grupo, falso llano de subida casi diez kilómetros y empezamos a subir, enseguida nos cuentan, voy el catorce '¿ein?'.
Orgía de caminos rotos, sendas, trialeras y sigletracks, de lo que menos ha habido pista y camino bueno, una marcha preciosa y divertida, el terreno muy cuidado, limpio de piedras, perfecto para rodar, aunque las últimas lluvias y la humedad de la mañana han dejado los tramos de rocas muy resvaladizos. Quizá la única pega al recorrido es que en algún tramo sobraba broza, lo que lo dejaba como de cuento de hadas, pero que nos hacían polvo debido a los enganchones.
He estado rápido subiendo y regulero bajando por zonas técnicas, creo que ha habido un momento que he ido entre los diez primeros, pero bajando he perdido puestos, no he bajado mal, pero todavía me queda mucho para bajar como debiera. De retorno al pueblo, falso llano de bajada por pista buena y por un singletrack en una rambla he recuperado algún puesto.
Meta, 2:10 en el reloj, acababa de adelantar a Jose y veo que se ha caído, lleva un corte feo en la barbilla, mala suerte, se ha caído en el asfalto, 'ánimo Jose, seguro que te recuperas pronto'. No sé la posición, guardo la bici me ducho, almuerzo un poco y voy a ver la clasificación... el 16 de la general, nos hemos juntado 325, hoy no hay clasificación por categorías, hablo con los camaradas y para casa. En el coche después de hablar con Bea y con Manolo (últimamente solo le llamaba en los malos momentos) he empezado a ser consciente '¡el dieciseis!'.

